domingo, 30 de diciembre de 2007

martes, 18 de diciembre de 2007

Supercentenarios

          Un supercentenario es aquella persona que supera la edad de 110 años. De las personas que llegan a ser centenarias, solamente una de cada mil logra llegar a ser supercentenaria. Únicamente un 2% de los ancianos que alcanzan los 110 años de edad sobreviven 5 años más de vida. [inescrupulosamente extraído de la extraordinaria Wikipedia].



          Estos estrafalarios seres, pese a no presentarse muy a menudo, cuentan consigo una ineludible ventaja en cuanto a la exposición mediática se refiere. Un J.F.K. hubiera nacido y muerto nuevamente 2 veces, y un talentoso Charlie Parker lo hubiera hecho en 3 oportunidades si nos fijamos en la extensa vida de estos ancianos. Pero ellos sólo han de figurar como record mundial por la simple acción de no morir. Dejar transcurrir el tiempo es su arma de seducción a los medios de comunicación masivos, no siendo necesario para ellos, demostrar habilidades y talentos en pos de lograr la fama internacional con la que hoy gozan. Esta destreza de no morir, se encuentra en el puesto número 3 en el ranking de las grandes armas de atracción mediática, lista encabezada por los implantes de silicona y las deformidades.


Jeanne Louise Calment. Ejemplo de lucidez y vitalidad.

         Dentro de los supercentenarios más reconocidos, tenemos a la hermosa Jeanne Calment. Una ciudadana francesa que vivió nada más ni nada menos que 122 años. Nace en 1875 para morir en 1997. Esta fantástica veterana, vio caducar a toda su familia mientras ella, estoica, se mantenía en pie. Tanto es así que en 1965, ésta firma un acuerdo (común en Francia) que le permite vender su condominio sin perder la propiedad. El abogado François Raffray fue el salame que aceptó garpar mensualmente una determinada suma hasta que la vieja se pelara. El asunto es que la propiedad de la vieja costaba 10 años de esa mensualidad, pero el buen François pasó más de 30 años poniendo guita a cara de perro esperando que la vieja pasara a mejor vida. El tema se le salió de las manos, puesto que el mismo abogado murió antes que la anciana Calment, así que la esposa del difunto debió seguir poniendo los billetes sobre la mesa de la pobre veterana, que sólo pudo aguantar un par de años más y llegar a los 122 pinos.
          Este gran vejestorio, vio construir la Torre Eiffel, conoció a Vincent van Gogh y hasta concurrió al funeral de Víctor Hugo. Asombroso. Ah, y otra cosa: Jeanne Louise dejó de fumar a los 117 años al quedar ciega (eso dice en Wikipedia).
          Jeanne también se mandó la gran frase “tengo una sola arruga y estoy sentada sobre ella” lo que evidencia la ceguera de esta anciana, o la falta de espejos en su apartamento porque con la edad que tenía estaba hecha trizas de arrugas… no es para menos.

          La estadounidense Edna Scott Parker, es hoy en día la persona más anciana del mundo. Nace en 1893 y sigue estoica. Dicen que enviudó en 1938 y jamás se volvió a casar. Yo supongo que esa bola incandescente que debió acarrear entre sus piernas durante casi 70 años, es lo que hoy le sigue proporcionando la energía necesaria para vivir. Como dato curioso, la señora Parker está albergada en el mismo asilo en el cual vive la mujer más alta del mundo: Sandy Allen con 232 cm. Miren esa foto de abajo, es muy graciosa. Su acompañante merece un post entero. ¿Qué podría estar llevando en esa caja de regalo?


Sandy Allen. Ejemplo de... ehh... ¿de grandeza?

          Pero hay otra vieja más importante. Una brasilera a la que aún no se le reconoce el record de longevidad. Maria Olivia da Silva habría nacido en el año 1880… ¡y sigue viva! Este año completó los 127 pinos. Además dicen que la anciana relata con precisión y detalles, para una niña de su edad en la época, la abolición de la esclavitud en Brasil el año 1888. Estremecedor.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Un hombre de negocios




"A largo plazo todos estaremos muertos"