Homenaje a los pixeles

          La tierna pero incisiva ingenuidad de los pequeños del hogar, hace de ellos, los homenajeados, un elemento prehistórico en el mundo virtual y me atrevo a decir que si algo sobra entre los niños y adolescentes de la última década es la falta de respeto ante los inmaculados pixeles, que han sido plataforma de las teorías informáticas más avanzadas.

          Basta con explorar cualquier PC moderna del siglo corriente, para notar la ausencia total de pixeles, y pese a que siempre existirá el viejo y peludo Paint (quedará para una futura ocasión hablar del tema del reemplazo del Paintbrush) que inmortaliza el concepto de "pixel", ya somos concientes (y duele decirlo) que los pixel son cosa del pasado.

         Pero miente quien dice que no ha hecho de la tarde más lluviosa de un domingo (y no hacía falta que se dieran dichas condiciones climatológicas dominicales), un paraíso reflejado a través de grandes clásicos de aventura gráfica como Sam & Max Hit the Road, o quizá el aclamado Monkey Island 2: Lechuck's Revenge, o tal vez el más pervertido Leisure Suit Larry Laffer 6: Shape Up Or Slip Out!. Para los más osados (que en aquellos tiempos significaba menos suceptibles a la falta de tecnología) existían otros como el Maniac Mansion, que años más tarde su segunda parte Day of the Tentacle puso el broche de oro a esta increíble aventura. Por otro lado, poniéndonos algo más formales, pero continuando en el género de aventura gráfica, encontramos al Indiana Jones and the Fate of Atlantis, una de las tantas obras maestras de Lucas Arts, sin olvidarnos del Full Throttle, probablemente el primer juego del género en ocupar casi un CD entero. Así como se mencionaron grandes clásicos de la aventura, podemos continuar una inmensa lista de estos magníficos videojuegos pixelados, en la cual no podrían faltar otros clásicos como el Alone in the Dark (que con un sobrenatural esfuerzo exigía de forma impresionante a las tarjetas de video más avanzadas de la época), por supuesto grandes del arcade, como lo son el Prehistorik, Skyroads, Golden Axe, Mario Bros y Paperboy. Más tarde, una oleada de juegos de acción, ofició de retaguardia a los magníficos Doom, Wolfenstein 3D, y Quake. No podemos olvidarnos de los clásicos e infaltables Pac-Man, Arkanoid, Supaplex, Dyna Blaster y muchos, pero muchos más. Es pertinente mencionar, que debido al éxito de muchos de los mencionados, se han hecho diversas continuaciones, que luego pasarían a la historia como grandes sagas, e incluso han llevado a realizar algún que otro re-make para refrescar la simpatía que nos supieron brindar estos geniales entretenimientos virtuales.

          Año tras año, estos videojuegos (fieles y ejemplares reflejos de la era pixel) han pasado de ser los más populares, a ser los etiquetados en una nueva categoría de juegos llamada "abandonware", que abarca los más estimados clásicos de nuestra época. Pese a no ser tan populares como en aquellos tiempos, un inmenso grupo de fieles los siguen, y por lo tanto inmortalizan, al igual que ellos lo hacen con los pixeles.
          Me cuesta despedirme pues, el gran temor de no haber cumplido con la reivindicación de los grandes monstruos lúdicos que nos han acompañado en nuestra niñez y han glorificado estoicamente a los homenajeados, invade mi cuerpo en este entonces. Sólo pido sépase entender que apenas he hecho una breve reseña de unos pocos maravillosos juegos del abandonware, pero mi voluntad de extender el reconocimiento a todos los que quepan en mi rango de apreciación e idolatría, es demasiado fuerte, y realmente hace que duela no poder mencionarlos en la web por una razón de tiempo y espacio.
          Por todo eso, creemos que el pixel no podía faltar en nuestra galería de homenajes. Ahora nos despedimos, aclamando lo siguiente: ¡Que el pixel no sea la pesadilla de las nuevas generaciones!

Hasta un nuevo homenaje...