lunes, 27 de julio de 2009

Alienación cultural

 
Hay cosas que no puedo tolerar. Uno que lleva con orgullo títulos como el de Campeón Barrial de Metepata 1996 ó un tercer puesto en el Campeonato de Bochas de Verano de la Ciudad de Tranqueras (lo cual no me identifica como egresado de la Universidad de la Calle, pero sí como digno estudiante de tal prestigiosa institución) y que sin ser un asérrimo defensor de la cultura nacional, se promete a defenderla ante los vulgares y masivos ataques de nuestra república hermana (Bailando por un sueño, Tota Santillán, Mambrú, Zulma Lobato y Pizza a Carballo), hay cosas que no puedo tolerar.
  
Yo lo lamento por los uruguayos vinculados a estos populosos proyectos, que se ganan el caviar y el salmón de cada día rascandose las pelotas mientras ven como llueve guita... y dije uruguayos, no Mónicas Farros ni Claudias Fernándeces ni Waldos ni Pichus ni Pachus... aunque sí Sebastián Almada, que no sabe un carajo de nuestro pequeño pais pero por alguna razón me cae bien. (Hablando de Waldo, el otro día lo vi en un programa emitir una opinión sobre Eduardo Mateo y casi vomito). Y esto lo dice alguien que creció sufriendo vergüenza ajena con programas como Jugo de Colores (conducido por Pichu y no sé quien más) y luego tuvo que verlos emigrar.
 

 
Bueno, la cosa es que ellos (algunos argentinos) hacen esa mierda porque es lo que tienen y da guita... y ta, está bien, al porteño le gusta el relajo, la chabacanería y todo eso, en cambio al uruguayo también le gusta pero no tanto... o capaz que sí, pero queda mal decirlo siendo que somos un pueblo que realiza enormes esfuerzos por auto-concebirse como culto y educado. Yo siento orgullo cuando vienen obras teatrales desde la Argentina y tienen que volverse con la cabeza gacha porque no llegaron a vender suficientes entradas. Siento orgullo del pueblo uruguayo.
 
 
Pero tampoco puedo tolerar que el putaso de Luis Ventura, que se la tira de uruguayo porque veranea en La Tuna, venga a hacer un programa de televisión de chusmerío. Desde lo más profundo de mi ser, le deseo lo peor a ese programa televisivo (y nuevamente lo lamento por los uruguayos que viven de ese proyecto). Invito a todos mis coterráneos a colaborar en esta cruzada demostrándoles que, aunque nos estemos muriendo de ganas de saber qué le dijo Cacho de la Cruz a Sonia Breccia en el corte de La Cantina de Chichita, el pueblo uruguayo no merece un programa de esa calaña. Ya hablé. 
 

 

5 comentarios:

F.Imparatta dijo...

Cual Zaratustra decendiendo de la montaña, tu sabiduría ilumina a un pueblo. Alabado seas, Kowalsky.

Cabe dijo...

Yo creo que la mayoria de los uruguayos son idiotas, bueno para ser mas preciso pienso que la gran mayoria de la gente (de cualquier lado) es idiota.

No estoy viendo casi nada de TV, casi todo lo que veo son sitcom y las veo por internet.

Comparto que los programas que mencionas son una poronga atomica.

Abrazo de oso

Vale dijo...

Me sumo a tus palabras, estimado Kowalsky, con la salvedad de que no se escribe "Alienación" sino "Ahienación".
Saludos desde T.

Unknown dijo...

Mirá, te digo la verdad, no me importan un carajo los uruguayos que triunfan en Argentina.

Ni Ventura, ni Claudia Fernandez, ni Osvaldo Laport, ni Monica Farro, ni Pichu, ni Natalia Oreiro, ni Waldo, ni ninguno de esos giles sin talento merecen siquiera que los esté nombrando ahora.

En Uruguay por suerte hay mucha gente inteligente y talentosa, pero no se encuentra precisamente en la TV.

La TV es un negocio y busca ganar guita. Por eso necesita resultados inmediatos y no se da el lujo de hacer cosas más complejas.

Al final hablamos todos de lo que pasa en la caja boba y la terminamos mirando todos. Y ojo que hago la autocrítica y los miro pila de veces de boludo que soy.

¿Y a quién le importa realmente esa frivolidad estúpida?

Es como cuando TVR dedicaba 20 minutos de su programa a mostrar enanos jugando al hockey o niños bailando reggeaton del programa de Tinelli. ¿Por qué si estamos contra eso, lo mostramos tanto?

¿No le estaremos dando demasiada importancia a esas boludeces?
Por suerte Tinelli recibió fuertes denuncias por sexualizar y ridiculizar a los niños en su programa de mierda.

Al final Groucho Marx tenía razón:
"Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro."

Abrazo!

Not just a moustache dijo...

he de confesar que en una (sombría) época de mi vida hacía un enganchadito en América de "Almorzando" e "Intrusos"...
pero nunca! nunca! NUNC... (bue creo que una vez sí... pero solo una!) canté el himno cuando veía un compatriota sentarse en esos mulliditos sillones.

yo tampoco quiero un programa de chusmeríos locales. no por darme dique inteligentoide... porque acá no hay nada pa' chusmear... todos conocemos la misoginia del gordo lucas, la adicción de don pelusa y las periódicas lobotomías de maría garcía...

qué más me van a contar, eh? que más?